martes, 21 de abril de 2015

Catástrofe astrífera



Siempre he tenido un poco de melodía desafinada,
esa nota malsonante en medio de una sinfonía,
el descompás de todos los compases,
el silencio que decidió sonar a destiempo,
la nota que enmudeció ocultándose.
Podría describirme de muchas maneras,
todos los finales inacabados de las historias que nunca escribí,
los pasos en falso que me hicieron creer que llegaría a algún lugar,
o las revoluciones que sigo luchando en el pasado.
Debería hablar también del complejo de sol de mis ojos,
que te iluminan
con la misma facilidad con la que podrían quemarte.
Y es que si te cuelas entre mis pestañas y mis sueños
seguiré tus huellas,
cubriré tus huecos.
Y cuando te vayas,
seguiré persiguiéndote,
por culpa de mi obsesión
de no abandonar a nadie.
Porque es cierto que he dejado atrás muchos más sueños
de los que ahora tengo,
que los miedos se me agolpan a la altura de la garganta
y que por las noches los fantasmas se cuelan entre mis sábanas.
Valiente y cobarde a partes iguales,
vivo en una montaña rusa,
extremos que nunca se cruzan,
polos opuestos que se reclaman.
Soy la tormenta a la que nunca precede la calma,
la pacifista que siempre está en guerra,
en misión suicida
consigo misma.
Y luego está la maldita manía
que tiene mi corazón
de desangrarse
aún cuando ya no tiene heridas.
Siempre tiendo a envolverme con balas desorientadas,
con causas perdidas,
con revolucionarios que pretenden cambiar el mundo
caminando hacia un callejón sin salida.
Llena de despedidas que me guían,
de caminos paralelos que se cruzan
solo para volver a separarse,
una brújula perdida
que a veces, lucha por encontrarse.
Quizá sino funciono bien,
es porque estoy tan rota
que ya no hay forma de arreglarme.

5 comentarios:

  1. No sé si es la décima vez que te escucho, quizá ha sido alguna más, pero es que es precioso. La forma que tienes de recitarlo como alguien que se está rompiendo, como alguien que hace que se rompe cuando terminas de recitar cada verso. Es magnífico. Me encanta, porque aunque sea una descripción triste, como todas las que hacemos, es realista, y no pasa nada, porque nosotras somos así, tristes, rotas, vivimos en el presente teniendo en cuenta que siempre echaremos de menos nuestro pasado, que la única forma de traerlo de vuelta es a través de estos poemas, que a la vez que emocionan, curan, nos recomponen, nos dan fuerza. Porque las únicas que podemos salvarnos, somos nosotras mismas.

    Y sí, creo que ha sido una idea estupenda. Diferente. Y que nos hace bien, que nos ilusiona y nos recompone. Y tienes razón en eso de que no podría haber sido de otra manera, que este tipo de experiencias son más bonitas vivirlas si lo hacemos acompañadas. Yo ya sabía, cuando te conocí, que haríamos muchos más viajes juntas, más, que aquellos que empezaban en nuestra imaginación y terminan sobre el papel.

    Gracias por este tipo de cosas, gracias por invitarme a hacerlas. Gracias por no dejar que me rinda nunca.

    Te quiero mucho Cold me :) ya lo sabes.

    ResponderEliminar
  2. Ha sido darle al play y se me han puesto todos los pelos de punta. Tienes una voz preciosa ^^

    Y qué decir del poema... Bueno, ahora mismo no tengo palabras, sigo con tu voz revoloteando en mi cabeza.

    De todas formas, creo que por muy roto que esté uno, siempre hay una forma de arreglarse, aunque el mundo no de mucho juego a ello. No sé, quizá es que soy una cabezota y cree que sí se puede, aunque todo esté perdido.

    Besos ^^

    ResponderEliminar
  3. Me gustó el matiz musical que hace de la imperfección algo perfecto. Todos somos así, nos tenemos que recomponer una vez tras otra. Saludos. Pablo.

    ResponderEliminar
  4. Me ha encantado. Es precioso y la forma que tienes de recitarlo, tan suave, tan calmada y con esa voz... ¡Qué maravilla!

    Pásate:) eldiariodeazarie.blogspot.com.es

    ResponderEliminar
  5. Me ha gustado mucho y tu voz es maravillosa, un beso enorme!

    ResponderEliminar